lunes, 9 de julio de 2012

Droopy Dog para blog, blogger 



FELIZ DIA A TODOS LOS PADRES Y PARA ELLOS CON MUCHO AMOR ALGUNAS ...

PREGUNTAS Y RESPUESTAS 
– ¿Cuál es la influencia de la separación de parejas en el proceso de educación de los niños?
 La triste influencia es la de poder generar personalidades inseguras, infantiles o fuertemente introspectivas o, todavía, fuertemente agresivas, incapaces para una vida estable de relaciones sociales. Felizmente, se encuentran especiales excepciones.
 – ¿Qué es lo que lleva al individuo al adulterio y cuáles son las consecuencias de este acto en las vidas de las criaturas?
Para el problema del adulterio se podrían apuntar diversas causas, casi siempre con bases en el egoísmo masculino o femenino que, bajo justificativas bastante falsas de que la carne es débil o de que las pasiones son irresistibles, ponen el sello de infidelidad entre las parejas. Aprendemos con la Doctrina Espírita que no existe adulterio donde reina el sincero afecto recíproco... Nos recuerdan los Bienhechores Espirituales que la infidelidad, que atormenta la vida conyugal, tiene bases en el régimen de infidelidad de las criaturas consigo mismas. Quien no se respeta, quien no es fiel a los buenos principios aprendidos un día, raramente entenderá lo que es respeto al cónyuge. La búsqueda del placer, cuando es estimulado por el egoísmo, se transforma en desastre en el campo de la moral cristiana, estableciendo el régimen de liberalidad bajo el cual todo es válido, desde que dé placer, desde que la persona esté “feliz”. El estatuto de las leyes divinas, impreso en el íntimo del ser, acostumbra pesar sobre la conciencia de los conscientes, imponiendo remordimientos correspondientes a los niveles de conocimientos y de comprensión de los individuos involucrados, indicando la necesidad del rescate, a través de las acciones ennoblecedoras, dignificantes, que faculten paz a la conciencia.
– ¿En qué circunstancias se podría aprobar la separación de las parejas?
En la actualidad, cuando el Espiritismo demuestra las razones de las uniones conyugales, cuando habla de los perfectos fines de la divinidad para los matrimonios terrenos, aprovechando la formación del hogar para incrementar el desarrollo de los espíritus, por medio de la reencarnación, mejorando las condiciones intelectuales y morales de los seres humanos, todos deberemos invertir, en términos argumentativos, en términos fraternales, en los refuerzos del acompañamiento y de la oración, con el fin de evitar el desmantelamiento doméstico. Mientras tanto, la cultura del excesivo materialismo de estos días ha enseñado a los individuos a tapar los oídos y cerrar los corazones al ejercicio de la paciencia, de la tolerancia, del perdón, de la perseverancia, de la cooperación recíproca, en el real cumplimento de los deberes conyugales, y, al contrario, ha establecido el culto al “mi” placer, al “mi” bienestar, a la “mi” satisfacción, a la “mi” razón y al “mi” derecho, en un aterrador dominio egoísta, promotor de incontables tormentos para el porvenir. Es natural pensar que, por causa de la dureza de los corazones, muchos no soportarían dar una nueva oportunidad al otro, o del otro recibir nuevo ocasión de intentar acertar. Cuando la relación conyugal se deteriora a nivel de la perdida del respeto, llegando a las agresiones de grave espectro, mejor aplazar que hacerlo peor.
– ¿Las personas que se separan deben buscar rehacer sus vidas? 
Si la razón y el sentimiento están señalando con la posibilidad de ser feliz, reestructurando el hogar, volviendo a armonizar el corazón, es importante que la persona intente de nuevo, ahora con mayor madurez y perspicacia, evitando encantamientos exteriores o ambiciones comprometedoras. La criatura deberá buscar, no los valores pasajeros y engañosos como los del cuerpo o de la belleza plástica, de los recursos económicos y financieros o prestigio y posiciones sociales destacadas, sino que los valores que impliquen en madurez general, verificando los vicios y otras costumbres incompatibles con el nuevo rumbo que desea dar a su existencia. Si el real interés es el de rehacer la vida afectiva, cuanto menos complicación, cuanto más simplicidad, mejor para los dos y para las respectivas familias.
 – ¿En la educación de los hijos, la figura del padre es importante? ¿Y cuándo él falta, por cualquier motivo, incluso por el divorcio y por la desencarnación? 
 La figura del padre es siempre importante en la educación de los hijos, como en su vida generalizadamente. Hay, sin embargo, situaciones reparadoras en que individuos que menosprecian su hogar y sus progenitores en el pretérito, en niveles graves, nacen sabiendo que tendrán que encuadrar su condición huérfano, de padre o de madre, o a veces de padre y madre. En casos que tales, la Divinidad dispone de los recursos para hacer con que esto se convierta en lección de vida, en madurez, en crecimiento, por los sacrificios y frustraciones sufridas por el huérfano. En el caso de huérfanos “con padres vivos”, en razón de abandonos o de divorcios, la situación es nítidamente otra, porque no constaba en la ley divina tal circunstancia concreta, aunque estuvieran previstas las dificultades de carácter, de temperamento de los cónyuges, a ser debidamente trabajadas y superadas por la pareja. En razón de esto, toda la agrura material, social o moral que vengan los hijos más frágiles a sufrir, pesará en la cuenta moral de el o de los que se inscribirán en el rol de los que cometerán el crimen de destruir la confianza, por el que darán cuenta a lo largo del tiempo. Espíritu: Camilo Psicografia: J. Raúl Teixeira Libro: Desafíos de la Educación – págs. 27; 96; 98; 99 e 138
http://www.matrimoniodivorcio.com.br/pdf/APUNTES_MATRIMONIO_Y_DIVORCIO.pdf